Si brilla mucho, cuide sus ojos

El sol es maravilloso, sin su presencia no se podrían realizar algunas actividades. Pero, hay que tener mucho cuidado con él, sobre todo en zonas ecuatoriales donde los rayos caen directamente. Por ejemplo, puede traer problemas a la córnea, pues producto del calor las lágrimas se evaporan rápidamente y eso trae consigo lo que se conoce como Hipolacrimia u ojo seco.
Según la oftalmóloga Delia Landázuri de Guerra, más del 80% de la población sufre de poca lubricación en los ojos. Es fácil darse cuenta de esta afección. La persona parpadea más frecuentemente para lubricar a la córnea, tiene la visión borrosa, siente un cuerpo extraño en el ojo.

El hecho es que si no parpadea siente la visión borrosa, pero en cuanto ejecuta la acción, todo cambia, la visión se vuelve transparente.

A simple vista, este problema no traería mayor problema, pues se pensaría que solo basta con parpadear, pero la profesional explica que ese continuo parpadeo puede lastimar la córnea. Por lo mismo, su recomendación inicial es protegerse con gafas que tengan protección UV. Para elegir una buena solo hace una recomendación: “Si ve distorsionado a través de ella, es una pésima gafa”.
Tampoco es necesario que la gafa sea oscura, porque la pupila se dilata más.
Las medidas de protección deben intensificarse en determinadas personas que por sus actividades están expuestas al sol. Por ejemplo, los que trabajan en bananeras y los pescadores.

No solo la córnea puede verse afectada. Hasta el consultorio de la doctora Landázuri han llegado personas con pterigium internos y externos, que no son más que carnosidades en la parte blanca del ojo. En algunos casos solo afecta desde el punto de vista estético, pero cuando el problema es mayor, incluso puede afectar a la visión, como es el caso de un paciente que llegó desde California y que trabajaba en una zona minera.

El sol también puede generar cataratas y degeneraciones de la mácula. La médica dice que este tipo de afección se presenta cada vez en gente más joven. Básicamente el resultado es la pérdida de transparencia en el cristalino, con lo cual se nubla la vista.

La degeneración de la mácula era un problema habitual a los 80 años, ahora ya se ven casos a los 50 años.
Cuando existe un daño en la misma, a la persona se le quita la visión de la parte central y este tipo de afección no siempre es operable. Lo mejor es la prevención.