Una campaña de prevención acerca la degeneración macular, una enfermedad que puede causar ceguera

lunes, 5 de noviembre de 2007

Más de 800.000 personas han sido diagnosticadas en España de Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), una dolencia que ocasiona una progresiva pérdida de visión hasta llegar, en algunos casos, a la pérdida total de la visión central.
Para informar sobre esta dolencia, se ha puesto en marcha una campaña itinerante ¡Mira por tu futuro-Cuida tus ojos! con un autobús que permanecerá entre este lunes y el martes en Zaragoza. “Se pretende concienciar e informar a la población de que esta afección tiene tratamiento”, ha explicado el oftalmólogo Luis Sádoba.
Esta enfermedad, que afecta especialmente a adultos con más de 50 años, puede ser irreversible puesto que la visión que se va desvaneciendo resulta difícil de recuperar. Sin embargo, hay una serie de factores que podrían reducir e, incluso, eliminar su progresión. “Hay numerosos estudios que demuestran que, en las fases iniciales de la enfermedad, la ingesta de un complemento de la dieta a base de antioxidantes (frutas y verduras) y otras vitaminas y minerales puede prevenir que el proceso evolucione desfavorablemente”, ha asegurado Sádoba.

Precisamente, la región que afecta esta enfermad se trata de la parte que se utiliza para leer, conducir e identificar caras. Por este motivo, su prevención puede evitar que se produzcan más casos, a pesar de que sigue siendo una dolencia reciente.
La degeneración macular se debe al crecimiento anormal de vasos sanguíneos que salen de su plano de la retina. Provoca la pérdida de la visión central pero no de la visión periférica. De esta manera, los afectados pueden distinguir sus rasgos, pero son incapaces de realizar actividades de la vida cotidiana.

Los primeros síntomas de la degeneración macular pueden pasar desapercibidos, pero a medida que ésta progresa, los que padecen esta dolencia empiezan a ver zonas oscuras o a notar visión nublada o distorsionada. De esta manera, resulta imprescindible visitar al especialista para corregir el progreso de la enfermedad.

Según ha explicado Sádoba, la degeneración macular puede ser diagnosticada como seca o húmeda. La forma seca se presenta en un 85% de los casos y se debe al resultado de un adelgazamiento de la retina debido a la edad o de una alteración del pigmento de la mácula. “Este tipo tiene un desarrollo lento y la pérdida de la visión se produce gradualmente”, ha subrayado el especialista. En cambio, esta forma puede pasar a húmeda: progresa de forma rápida y frecuentemente conduce a una pérdida de visión más importante. En este último caso, crecen nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina y dejan escapar sangre y fluidos, lo que provoca que mueran las células de la retina y se creen puntos de pérdida de visión.

Factores de riesgo
Hay una ristra de factores que tienen una influencia negativa en los mecanismos de defensa de los ojos. “Se debe tener en cuenta una predisposición genética familiar, una dieta inadecuada, la obesidad, la exposición directa a la luz del sol, el tabaco, la hipertensión y tener un iris de color claro”, ha señalado Sádoba.

Además, los fumadores son dos veces propensos a perder la visión en la madurez que los no fumadores. El tabaco provoca un daño celular y puede dificultar la circulación hasta la retina de aquellos componentes que protegen a la mácula.

Asimismo, una dieta inadecuada, pobre en frutas y verduras y rica en grasas, puede contribuir a la ceguera irreversible. Y la exposición directa a la luz solar sin la protección de gafas puede producir daños oculares importantes con el paso de los años.
Prevención
Las secuelas visuales que se derivan de la degeneración macular no siempre pueden subsanarse. Por esta razón, se debe empezar lo más pronto posible a contener esta afección. De modo que se aconseja, si se tiene más de 50 años, revisar regularmente la vista, usar gafas de sol, evitar el tabaco y el sobrepeso, así como practicar ejercicio.

Un afectado apreciará que la visión central está borrosa y que la pierde progresivamente cuando la mácula está afectada por esta dolencia. La degeneración macular se podrá reconocer a través de una serie de síntomas como que las líneas rectas parecen ondularse, las letras a menudo desaparecen cuando se está leyendo o se disminuye la visión de los colores.

“Para comprobar si una persona está afectada, se puede utilizar un rápido test con la rejilla de Amsler, que consiste en un punto en el centro situado en un espacio cuadricular”, ha explicado el especialista. En el caso de que las líneas de alrededor del punto aparecen onduladas o deformadas, o con zonas obscuras, entonces se aprecian síntomas de estar afectado por la mácula.

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