«La de cataratas es ya la operación más común después del parto»

domingo, 28 de septiembre de 2008

Javier Mendicute, Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Donostia, presentó ayer en Sevilla una ponencia sobre la 'Cirugía del Cristalino' durante el Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología. Aprovechamos la ocasión para charlar con él acerca de los problemas más comunes que afectan a la vista y la evolución de esta especialidad en los últimos años.


- Hoy en día se opera de los ojos todo el mundo.
- La técnica quirúrgica ha avanzado una barbaridad. En cataratas hemos pasado de hacer incisiones de 12 milímetros en los años sesenta, a operar actualmente a través de incisiones de 1,5 milímetros. Esto permite realizar las operaciones sólo con gotas, sin anestesia, e implantar lentes intraoculares diferentes de las del pasado. Ahora pueden ser tóricas, que corrigen el astigmatismo; multifocales, que permiten ver bien de cerca y de lejos sin usar gafas; o esféricas, que corrigen ciertas aberraciones del ojo.

- La afección más común del cristalino es la catarata. ¿Qué factores pueden desencadenarla?
- Hay veces en las que es la enfermedad la que provoca la catarata, pero en otras el origen es hereditario. Yo he operado desde bebés de 12 días hasta ancianos de 104 años. Entre los factores de riesgo estarían la exposición a productos tóxicos, el tabaco, una dieta inadecuada... Las dietas pobres en antioxidantes pueden favorecer la aparición de cataratas. La simbiosis alcohol-tabaco también es una mezcla a tener en cuenta que puede provocar que aparezca a edades cada vez más tempranas.

- ¿Es cierto que la cirugía de cataratas es la más utilizada de todas las especialidades médicas?
- Sí, después del parto vaginal, es el procedimiento quirúrgico más frecuente. En España se pueden practicar unas 400.000 operaciones al año, que en Gipuzkoa vendrían a ser unas ocho mil. Hay varios factores que lo explican: el envejecimiento de la población, la exposición a factores de riesgo como el tabaco, la exposición al sol... Luego, los oftalmólogos hemos hecho accesible un procedimiento en el que la rehabilitación visual es rápida, la cirugía se hace sin ingreso, los pacientes salen con el ojo sin tapar y la tasa de complicaciones es realmente baja.

- Da la impresión de que la oftalmología avanza muy rápido.
- En España existe una tradición oftalmológica importante. Ya en el siglo XIX a las operaciones de cataratas se les llamaba a nivel mundial «el proceder español». Somos herederos de esa tradición y hoy en día estamos a la vanguardia en esta especialidad.

- De cara al futuro, ¿en qué están trabajando?
- La quimera en la que nos movemos los oftalmólogos es la posibilidad de conseguir implantar unas lentes acomodativas. Desarrollar un material elástico dentro del ojo que permita acomodar esas distancias y enfocar bien. El ojo con 20 años tiene la capacidad de modificar sus curvaturas y adaptarse a cualquier distancia. Con una lente multifocal ves bien de cerca y de lejos pero tienes que ayudarte con la distancia de trabajo para conseguir un correcto enfoque.

- Soy miope y no quiero usar gafas, ¿me recomendaría el láser?
- Vemos que el láser va muy bien. Según han ido evolucionando las lentes intraoculares, el láser ha perdido fuerza por encima de siete y ocho dioptrías en detrimento de la cirugía. A través de 2 milímetros las lentes se implantan en el ojo sin modificarlo. El futuro para curar los casos de miopía, hipermetropía y astigmatismo pasa por una combinación entre la técnica del láser y la cirugía.

- ¿Gafas o lentillas?
- Yo soy cirujano refractivo y creo en lo que hago. Pienso que se trata de una cirugía funcional, no de carácter estética. Un paciente miope con cuatro o cinco dioptrías es una persona que sin gafas o lentillas no puede desenvolverse. Cuando un paciente entra con gafas o lentillas y me pregunta por la cirugía refractiva, le digo que puede estar bien corregido sin necesidad de operarse. Las opciones son siempre personales. Para una persona con una vida sedentaria, con mucha lectura, las gafas pueden ser una buena solución, pero no me imagino a un deportista con varias dioptrías que no tolere las lentes de contacto sin operarse.

- ¿En oftalmología también juega un papel importante la prevención?
- Antes de los seis años todo niño debería tener una valoración de un oftalmólogo, por ejemplo, para detectar si tiene un ojo vago, que puede estar detrás de una situación de fracaso escolar. Si se le detecta a tiempo y se le trata adecuadamente se le puede recuperar funcionalmente. También hay que seguir un control a partir de los 45 años para prevenir el glaucoma. Es una enfermedad que afecta a un 3% de la población y la mitad de los afectados están sin diagnosticar, no da síntomas en los estados iniciales y cuando los da, la pérdida de visión es irreversible.

- ¿La vida moderna ha disparado las afecciones oculares?
- Sin lugar a dudas hay una progresión de las enfermedades oculares y de los defectos de refracción como son la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Factores como el ordenador o la lectura a muy temprana edad han doblado este tipo de patologías. En culturas como la judía o la japonesa el 70% de la población padecen estos defectos por el hábito de lectura tan precoz que tienen. El aumento de la esperanza de vida también hace que haya más casos de lesiones oculares relacionadas con la edad. Cada semana opero a más de media docena de pacientes que superan los noventa años.

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