El Colegio de ópticos-optometristas de la Comunitat Valenciana han advertido de que la práctica del esquí sin las gafas adecuadas puede provocar la llamada "ceguera de las nieves", con pérdida de la visión, ya que la nieve refleja el 80 por ciento de los rayos ultravioletas del sol.
En un comunicado, la entidad colegial ha informado de que esta patología, que comienza con fotofobia intensa y lagrimeo, evoluciona con dolor y pérdida de la visión, por lo que ha reclamado mayores medidas de protección para los ojos cuando se practiquen deportes de invierno.Según han indicado, en invierno los rayos ultravioletas del sol son igual de dañinos para la salud visual si no se usa una protección adecuada, ya que los ojos son "especialmente vulnerables" en estos deportes.
Las gafas de esquí deben reunir una serie de condiciones como el confort la calidad de la montura y los cristales y sobre todo la protección lumínica que se ajustará a las normas de la CE.
Las radiaciones ultravioleta pueden provocar "problemas muy importantes en la córnea y en la retina si no se usan las gafas adecuadas", han afirmado las fuentes, que han agregado que a medida que se asciende en la montaña, la protección debe ser mayor porque también es superior el riesgo de sufrir la "ceguera de las nieves".Por cada 1.000 metros de altura que se asciende en una montaña, los efectos dañinos de las radiaciones aumentan un 15 por ciento, a lo que se añade que la nieve refleja el 80 por ciento de los rayos ultravioletas del sol.
El Colegio de ópticos-optometristas recomienda utilizar gafas de sol polarizadas que cuentan con la última generación de filtros solares para proteger nuestra visión y que mejoran el contraste y la visión en situaciones donde la luz se refleja, como es el caso de la nieve.Las gafas polarizadas son las únicas que permiten distinguir al cien por cien formas y colores, además de que reducen el deslumbramiento y la incidencia de la radiación ultravioleta.
El Colegio también recomienda que las gafas cuenten con protecciones laterales para reducir al máximo la exposición a los rayos solares y para evitar la entrada de frío y aire que perjudica la agudeza visual.
